domingo, 19 de octubre de 2008

Madres


Toda una vida de cuestionamientos, reproches, incomprensión y enfrentamientos se esfuman cuando uno tiene la dicha de ser madre. Casi por arte de magia, la rebeldía y autosuficiencia dan lugar a la humilde pero sincera mirada de auxilio, de rescate ante lo inexorable y maravilloso que significa dar a luz. Así cambió mi vida y mi relación con mi madre, el día que fui madre.

Entendí todo lo que no había podido ver cuando era hija. Aprendí que no sé nada. Intento seguir sus pasos. Gracias y Feliz Día!

2 comentarios:

Nino dijo...

Te deseo un feliz día... un poco atrazado! espero que lo hayas pasado muy bien!

Diva-gante dijo...

Gracias Nino! Todos los días, junto a mis hijos... son felices, y los vivo como especiales! Te mando un beso!