sábado, 30 de agosto de 2008

Zoología Masculina (primera parte)


..." Nos hablamos"...


Cuando era chica, y conocía o me presentaban los primeros candidatos -como diría mi mamá- recuerdo que me resultaba una frase alentadora, esperanzada, y casi una promesa o pagaré, de quien resultaría obvio proyectar como compañero de ruta para una vida entera, el famoso ... príncipe (?), hasta que la muerte nos separe!


Cuando fui creciendo, y haciéndome menos boluda... también aprendí que es la frase preferida del típico hombrecito argento que no se anima a decir: Adiós, hasta nunca!


..."No sé lo que me pasa" ... "estoy confundido"... y tantas otras frases más, engrosan el manual del perfecto hombrecito predecible, cobarde y mentiroso. Pero no quiero reclutar a esta altura de mi vida, un regimiento de hombres enojados conmigo... tendamos un manto de piedad aquí, para dar paso al punto de mi cuestión. Los comunes denominadores de los hombres. Todos son distintos, pero hay algo que es común a ellos. No son directos ni sinceros.


Nosotras, las esperanzadas de adolescentes, y las desilusionadas de 40 de hoy, padecemos sus sinuosas intenciones. Un día mueren de amor por nosotras, al día siguiente, ni nos recuerdan.


Pero ellos... se creen sus propias excusas y frases hechas?


Ajá! Cazador-cazado. De tanto no saber qué les pasa... están desorientados. De tanta confusión, no saben qué quieren... y de tanto prometer llamadas, ni teléfonos ya les damos. Creo que son víctimas de su propia creación teórica. Y lo padecen.


Nosotras? bien, gracias! Las mujeres no esperamos más llamados, salimos con nuetras amigas, nos divertimos. No somos psicólogas, ni tampoco tenemos brújulas bajo el brazo. Y así, cada bando, por su lado.


Con este cuadro de situación, me pregunto... porqué? Porqué miedo a decir la verdad, a enfrentar a las mujeres, a cortar por lo sano! Me imagino a mí misma, recibiendo un "no te voy a llamar", o un "no te aguanto más", o "estoy re-caliente con sultana, no con vos"... jajaj , y no puedo menos que pensar en el alivio que hubiese sentido escuchar el discurso del funeral de mis ilusiones. Lástima, porque hubiese ahorrado tiempo, sobretodo! Existirá el miedo a rechazar? Seguramente, no es algo "políticamente correcto". Desde chicos, nos enseñan a tragar el bocado que no nos gustó, y no escupirlo. Nos tragamos también la gente que no nos gustó, sólo que no pasa por el esófago? Está mal en nuestra cultura decir "no"? Aceptamos de mejor ganas un "ni", con la incertidumbre, la discrecionalidad, y la cobardía que conlleva. Valoramos más la promesa que nunca llegará, que la realidad liberadora.


Señores, si no me van a decir que no, mejor abstenerse!














jueves, 28 de agosto de 2008

Mr. Wrong


Fundamental. No fui engañada, defraudada, desilusionada, ni NADA. Porqué las mujeres tendemos a victimizarnos cuando nos separamos de nuestros supuestos "verdugos", y creemos ver la luz cuando salimos de la órbita de sus "garras"?


Qué infantilismo! Todas nos negamos a reconocer que conocimos a "Mr. Wrong". El porqué de la elección de dicho candidato, supongo que tiene tantas explicaciones como cantidad de mujeres hay pertenecientes al selecto mundillo de separadas/divorciadas/des-concubinadas. Mi respuesta, personal y subjetiva, es porque me equivoqué de perfil. Error mío. Error de desclasificación sobre la posibilidad de congeniar con un alguien dueño de infinidad de aciertos y desaciertos, pero en definitiva, no apto para mi tolerancia estable y conveniente a lo largo del tiempo.


No importan para el caso, las cuestiones prácticas que hicieron que la relación fallara. Importa rescatar que me hago pleno cargo de la mala elección, y de la decisión de no cargar las tintas en el otro... en Mr. Wrong, cuando ya estoy bastante crecidita y tengo unas canitas (si, las divas también las tenemos) que peinar.


Si el pasado me sirvió para algo, fue para aprender. Y si aprender sirve, es para no volver a cometer los mismos errores. Aquí me detengo. Cómo lograr un antídoto o un exorcismo que regenere los tejidos más profundos de mi ser, para no volver a encontrar otro Mr. Wrong? Debería acaso cambiar el estereotipo target del Mr. Right? Porque alguna vez, Mr. Wrong fue Mr. Right. Se podrá? O será que tengo un imán que atrae a potenciales Mr. Wrong... y debería tal vez cambiar MI propio perfil, acaso?


Dilema. No es mi intención resolverlo ... menos en un blog! Pero espero la duda pueda ayudar a muchas diva-gantes que estén en una encrucijada semejante. Y lo que es mejor aún: que algunas pseudo-víctimas se despierten de su letanía, y empiecen a hacer una introspección aguda, sincera y SANADORAAAAAAAAAAA.




miércoles, 27 de agosto de 2008

Sintética


Lejos de considerarme una persona artificial, tanto desde lo físico, como lo espiritual, hay una verdad inocultable, contundente y agrego- irreversible. Soy una chica sin-tética. El gen, la herencia, y la gimnasia no han logrado que abrigue ninguna esperanza a esta altura de la vida, de formar parte del universo de pechugonas, curvilíneas, exuberantes féminas tan en boga en nuestra sociedad.

No es un trastorno que me quite el sueño, más bien diría todo lo contrario. Hace mucho tiempo que tengo incorporada esta figura en mi más profundo consciente e inconsciente, tanto, que es una elección.

Pero no siempre fue algo tan "natural" el creerme "políticamente correcta"... ajjaja. Cuando era chica, el estereotipo de mujer era, precisamente, de mujer compacta. Había que ser menudita, rubiesita, ojitos claritos (justo se crearon las lentes de contactos de colores!), y blanquita. Barbie.

Obviamente, no daba en el look. Obelisco me decían en primaria!!!

Bueno, con el pasar de los años me fueron pasando también cosas. Un accidente me obligó a virar mi atención, y dejar de pensar en términos estéticos, para pasar a los funcionales. Cómo empezar nuevamente a mover la boca, después de una fractura múltiple de seno, maxilar superior, vómer, y paladar. Recuerdo cuando decidí el día que decidí que jamás usaría un maquillaje para tapar las cicatrices que serían parte de mi nueva fisonomía. Fue una bisagra. Un antes y un después de mi YO.

A los 21 años, empecé a vivir con otros parámetros... y otras expectativas. No debería agradar a nadie más que a mí misma. Y mis cicatrices, serían heridas de guerra. De la vida, de hacer cosas, de sufrir, de recuperarse, de mutar.

Volviendo al sin-tetico ... también empecé a darle forma a otra idea, que surgió a partir de las similitudes que logré con otras congéneres. Las mujeres, que a mí vista, eran elegantes.

Ahí quise encasillarme. Ser sin-tética, pero elegante. Como quien tiene la bolilla del bingo que falta, y de repente, cartón lleno!


lunes, 25 de agosto de 2008

Glam for sale


Pasó ayer. Reunidas en el cumpleaños de nuestra amiga Majo, nuestro grupo de ami-madres y ami-padres, charlábamos sobre el regalo que habíamos escojido entre Monse y yo, y en nombre del grupo, para la homenajeada.


Pero el relato fue enriqueciéndose, con los pormenores propios que nosotras, las mujeres, solemos ventilar frente a nuestras congéneres. Que tal color le combinaría con aquella otra prenda, que no encontramos aquello otro... y así llegamos al momento en que YO pasé a ser parte de la anécdota. Mi amiga Monse, de pies a cabeza, una SEÑORA MADRE Y ESPOSA, hizo referencia a mi vestimenta, el día en que fuimos a buscar el tan mentado regalo para Majo. Textualmente, me describió como "GLAM", siendo que lucía un chaleco de piel rosa... algo que para una diva probablemente sea más bien un harapo ecléctico!


Bueno, a propósito del comentario de Monse, otra amiga, Carola, deslizó lo que yo intuía pensaban de mí, pero que me resonó en el tímpano como casi una sentencia: "Es que Mechi tiene que arreglarse para encontrar nuevo marido". No estoy segura si me salió una mueca... pero creo que empecé a caer en un abismo (del que yo sola me daba cuenta).


Y no fue porque deseara estar casada, ni siquiera, presentar de la galera algún amante... ahí mismo en la reunión! jajaj Fue porque caí en cuentas que estoy en la bolsa de "solas" y "buscando". OH!


Será que las mujeres en "oferta" nos arreglamos... y las que están "casadas" no? Será que por haber estado casada yo dejé de ser yo? Hummm. Será que estoy en "oferta" y por eso hay glam? Ja!


Muchas preguntas para mí. Una realidad. Soy como soy ... y si alguna vez me perdí, probablemente, haya hecho una liquidación de mi ser. Y soy feliz de ser yo, con mis tapados de leopardo, mis sombreros, y mis interminables colecciones de carteras!


A mis amigas, tendría que haberles dicho que no era ni glam, ni tampoco buscaba marido. Que simplemente me divertía ser yo. Otro día se los diré.


domingo, 24 de agosto de 2008

De cómo me ven...

Cuarentañera

Me resisto a ser cuarentona. No he claudicado a los tapados de leopardo, a los tacos con plataformas, a bailar funk, o a lucir caribeño bronceado...
Qué cosas debemos abandonar a medida que pasan los años, y cuáles no? Cuáles nos introducen en el ridículo, y cuáles son honrosos hábitos? Ciertas formas, hoy ya pasan a ser parte de mi adn, de mi personalidad, a pesar de los olvidos que se han sucitado a lo largo de los años, en que mi vida fue mutando. Los leopardos seguirán. Aunque me pesen, o les pesen a los pobres que aún me rodean! jajajaj
Con el cambio de década, se ocacionaron cataratas de reflexiones, me propuse una reingeniería incluso de lo que "hay"... y llegué a la conclusión que lo que más me entusiasma, es convertirme en una "cuarentañera".

El Regreso


Contar una historia, de una simple mujer rosarina, viviendo en Buenos Aires, hija de, hermana de, madre de, ex de... y tantos "de", resultaría por lo menos, aburrido. Y empezar por el principio de un cuento, más aún.
Estoy aquí porque he regresado. De ningún lado. Simplemente he regresado a mí. A lo que he sido, o lo que alguna vez quise ser. Y vuelvo a ser social. A ser algo más que un cuerpo y mente finito. Esta vez espero que sirva para aquellas personas que alguna vez también se perdieron en su "otro yo"... y que vieron imágenes desfiguradas en los espejos de sus casas... con entes desconocidos... grises, y sombríos.
Volvió la diva. Volvió mi otro yo. Voy a dejarlo ser. Y porque diva-gando soy. Bienvenidos a mí!
Vamos a diva-gar!